domingo, 13 de marzo de 2022

 La fotografía como medio de expresión


La entrada de mi blog hoy, va dedicada a la fotografía como medio de expresión y más en concreto a la fotografía como forma de denuncia social.

Os voy a hablar de cinco fotógrafos destacados en este campo:


Cristina García Rodero

Es una de las fotógrafas españolas más conocidas, creadora de un estilo fotográfico personal y emotivo. En los 70 realizó un hermoso proyecto en el que se dedicó a documentar gráficamente el folclore y los festivales tradicionales de una España en plena transición y que dio como fruto su colección España Oculta, un auténtico retrato social y antropológico de la España de 1974 a 1989. La obra de Cristina García Rodero manifiesta un hondo interés por el comportamiento humano y las contradicciones de la existencia humana por eso,  se dedicó a recorrer parte del mundo acompañada de su cámara tratando de captar nuevas creencias, conflictos sociales y las diferentes manifestaciones de los cambios económicos y políticos.





En el lenguaje visual empleado en la fotografía encontramos tres elementos básicos: el punto, la linea y el plano.

Los personajes principales en estas  fotografías y por tanto el centro y punto de interés son en la primera imagen la figura del sacerdote y la mujer y en la segunda el niño. Las imágenes como la mayoría de las tomadas por esta fotógrafa, están realizadas en blanco y negro. Esto permite transmitir mayor emoción a las fotografías y la ausencia de colores permite centrar toda la atención en las figuras centrales. Otro elemento visual usado en ambas fotografías es la línea vertical que podemos apreciar en laterales muy marcados en paredes, torres de los edificios y en las figuras de las personas, sobre todo el niño en el centro. También hace uso del plano cuadrado como se aprecia en el confesionario del sacerdote o en los marcos de diferentes puertas.
    Son retratos muy expresivos en los que utiliza la cámara como un vehículo de aproximación al mundo.
    Estas imágenes son capaces de narrarnos historias y son auténticos documentos que nos hablan en un primer caso de la religiosidad y en el segundo de la vida rural "el niño de los cencerros".


Dorothea Lange

Fotógrafa estadounidense, fue una de las iniciadoras del documentalismo social. En la crisis de 1929, su compromiso cívico y social la impulsó a salir a las calles de San Francisco para reflejar mediante sus fotografías la insostenible situación de los más desfavorecidos. Dorothea, huyó de los estereotipos de una época oscura que pretendía preservar el sueño americano por encima de cualquier cosa ocultando todo aquello que no interesaba.

    Sus impactantes imágenes sobre las víctimas de la Gran Depresión llamaron la atención del grupo de los fotosecesionistas y de la opinión pública en general, lo que le valió ser llamada por el Gobierno como voz gráfica de la conciencia americana. 

Fotógrafa del inmigrante, del pobre y del desplazado, Dorothea Lange, también documentó los estragos que la gran recesión de los años treinta había causado en la América rural.



Como podemos apreciar en esta fotografía los retratos de Dorothea Lange están cargados de fuerza y de carácter social de denuncia. La imagen central de la mujer con el bebé en sus brazos y el niños nos cuenta una auténtica historia. La tristeza de las miradas perdidas y de preocupación, la pobreza, la situación de necesidad que se aprecia, la calma del bebé que duerme ajeno a todo aquello que ocurre a su alrededor. Resalta esa tienda de tela , en mitad de lo que parece ninguna parte. El hecho de que el fondo esté desenfocado, nos muestra que la fotógrafa quiere impedir cualquier distracción, quiere que nos centremos en la desesperación de una mujer que busca junto con su familia su lugar en el mundo( éxodo rural). Un mundo que parece haberla abandonado por el momento.


Sebastiao Salgado

Fotógrafo brasileño. Durante cuatro décadas ha retratado las mayores atrocidades del ser humano y los más espléndidos parajes del planeta. Comprometido fuertemente en la lucha contra la destrucción del Amazonas, su obra es una ventana abierta a la vida de las tribus olvidadas por muchos.  Es uno de los fotógrafos más comprometidos con los temas sociales, siendo uno de los primeros en documentar el tercer mundo y en poner nombre y caras a ciertos lugares y personas que parecían no existir para la sociedad. 

Debido a la temática principal de su trabajo, ha recibido tanto críticas como elogios. Por un lado, de Salgado se dice que aprovecha la miseria humana con fines comerciales y por otro, ha sido merecedor de decenas de reconocimientos y premios alrededor del mundo.



Sus fotografías sociodocumentales, están realizadas en un blanco y negro purísimo y el propio fotógrafo explica que su obra está realizada en blanco y negro porque no quería que el exceso de color le distrajese de lo verdaderamente importante.

Esta fotografía da muestra de lo asombroso de la naturaleza y de distintas formas de vida de culturas y tradiciones ancestrales.

Podemos apreciar a los hombres de una tribu indígena de la amazonia observando el paisaje que suponemos ,por el fondo, montañoso. Todos colocados en forma lineal diagonal, dan profundidad a la imagen. Con esta fotografía, nos hace un retrato de  la forma de vida de los habitantes que puebla esta zona del planeta.

Kevin Carter

Kevin Carter nació en Sudáfrica en 1960 y formó parte del Bang Bang-Club junto a João Silva, Greg Marinovich y Ken Oosterbroek, un cuarteto de fotoreporteros de conflictos que se jugaban la vida cada día tras una cámara.

En el año 1993 viajó al sur de Sudán con el propósito de fotografiar y denunciar la hambruna y la guerra que sufría el país.  Allí tomó la fotografía por la que se hizo famoso y por la que ganó el premio PulitzerCarter cogió su cámara y buscó lo que todo buen fotógrafo debe buscar: la mejor foto posible, la que más impacto pueda generar, la que mayor conciencia pudiera generar en una sociedad occidental inerte al sufrimiento más allá de sus fronteras.


En la fotografía aparece un niño/a sudanés moribundo, acechado por un buitre. La foto nos muestra la contradicción de requerir necesariamente una falta de compasión para  poder observar y disparar la cámara al realizar la foto , y  el conseguir a la vez que desperte en el espectador la mayor compasión posible al ver el resultado de la imagen.
Esta fotografía tomada en color utiliza el lenguaje visual del punto para crear la imagen. Se centra en dos puntos que aparecen en diagonal. el niño/a, pequeño que aparece en posición agachada  es la imagen de primer plano, la más cercana a la cámara y el buitre que lo observa desde atrás, es el segundo foco de atención de la imagen.  El fondo desdibujado y el color muy plano de la imagen en tonos marrones-tierra, todavía centra más la atención en esos dos puntos principales.
Es claramente una foto denuncia de la situación de muchos niños en el tercer mundo, a los que la muerte les asecha cada día a causa de la falta de recursos y alimentos. Estas imágenes tan dolorosas junto con las de guerra y muerte que vivía Carter cada día como reportero de guerra, lo llevaron a una situación límite y a decidir finalmente acabar con su vida.


Steve MacCurry

Su carrera como fotógrafo comenzó con su cobertura de la guerra soviética. En Afganistán, McCurry se disfrazó con las vestimentas del país para pasar inadvertido al trabajar, y sacó los carretes del país cosiéndolos entre la ropa.

McCurry continuó cubriendo conflictos internacionales, incluyendo la guerra entre Irán e Irak, Beirut, Camboya, Filipinas, la guerra del Golfo y Afghanistán. Sobrevivió a un accidente de avión en Yugoslavia.

McCurry en sus fotografías se concentra en el dolor que causa la Guerra en las personas. Trata de mostrar lo que hace la Guerra pero no solo en el campo de batalla, sino también a las personas que viven en él. 

El fotoperiodista americano, lleva décadas atrapándonos con sus retratos. Busca el alma de las personas reflejada en sus rostros. Las miradas que transmiten emociones y los colores llenos de fuerza son la nota predominante en sus imágenes


He seleccionado esta foto del MacCurry porque creo que es uno de sus retratos más conocidos, ya que fue portada del National Geographic en 1985, y que fue tomada durante la guerra de Afganistán cuando la niña se encontraba en un campo de refugiados.

Como podemos observar es la imagen de una niña en un primer plano. Dos colores predominan, el rojo dela túnica y velo que viste  la niña y el verde del fondo y de los ojos de la niña. Su mirada parece que pudiera leer tu alma, es profunda y llena de timidez a la vez que parece estar asustada.  Aunque simplemente es un retrato, de primer plano, sin nada más que pueda distraer al que mira la imagen, este retrato se ha convertido en un todo símbolo de la crítica situación de los refugiados y víctimas de los conflictos armados. 

Como conclusión, podríamos decir que está muy bien que utilicemos la fotografía para divertirnos, hacernos fotos con amigos, familiares, posar para redes sociales, utilizar filtros. Está muy bien aprender acerca de como usar los recursos de nuestra cámara para mejorar la imagen, hacer un mejor uso de la luz, enfoque... pero a veces nos olvidamos que las fotografías cuentan historias, transmiten ideas, valores, pensamientos... La fotografía es una poderosa arma para transmitir mensajes, ahí es donde realizaría su función la fotografía de denuncia social.

Muchos fotógrafos han querido hacer uso de este poder y poner su cámara al servicio de la sociedad.

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